Las descripciones de la naturaleza, por Antón Chejov

«Las descripciones de la naturaleza deben ser breves y à propos. Deben dejarse a un lado lugares comunes de tipo: «El sol poniente, sumergiéndose en las olas ya oscuras del mar, inundaba de un oro purpúreo, etc., etc.», «las golondrinas, volando sobre la superficie del agua, piaban alegremente». En las descripciones de la naturaleza hay que fijarse en los pequeños detalles y reagruparlos de tal manera que el lector, cerrando los ojos, vea el cuadro delante de él. Por ejemplo, podré comunicar la impresión de una noche de luna si escribo que en el dique del molino un casco de botella centelleaba como una radiante estrella y la sombra de un perro o de un lobo rodaba como una peonza etc. La naturaleza aparece animada siempre que no se recurra a comparaciones entre sus manifestaciones y las acciones humanas.»

Antón P. Chéjov
Carta a Aleksandr Chéjov, Moscú, 10 de mayo de 1886