Cien comienzos en falso, Francis Scott Fitzgerald

Harvey Horold Esperando la marea

«Por lo común, nosotros los autores debemos caer en la repetición… esa es la verdad. Vivimos dos o tres grandes y conmovedoras experiencias en nuestras vidas, experiencias tan grandes y conmovedoras que en ese momento no parece que haya nadie más que se haya sentido capturado y machacado y deslumbrado y sorprendido y golpeado y roto y rescatado e iluminado y recompensado y humillado de esa manera antes.

Entonces aprendemos nuestro oficio, más o menos bien, y contamos nuestras dos o tres historias, cada vez bajo un nuevo disfraz, quizás diez veces, quizás cien, hasta que la gente quiera escucharnos.

Si esto no fuera así, uno tendría que confesar que no tiene ningún tipo de individualidad. Y cada vez que lo pienso con toda sinceridad, porque he encontrado un trasfondo y un nuevo giro para una novela, tengo que huir de esas dos o tres historias fundamentales que tengo que contar. Pero sucede más bien como en aquella famosa anécdota de Ed Wynn sobre el pintor de barcos al que un cliente le pidió que pintase a algunos antepasados. Se cerró el trato, aunque con la advertencia final del pintor de que los antepasados terminarían pareciéndose a barcos.

Cuando me enfrento al hecho de que todas mis historias tendrán cierto aire de familia, doy un paso adelante para evitar comienzos en falso. Si un amigo me dice que tiene una historia para mí y se lanza a contarme las peripecias de un asalto de piratas brasileños a una choza de paja que se tambalea al borde de un volcán humeante en los Andes, con su prometida atada y amordazada en el tejado, bien puedo pensar que hay implicadas diferentes emociones humanas; pero una vez que se descartan con éxito los piratas, los volcanes y las prometidas que se atan y se amordazan en los tejados, soy incapaz de sentirlas. No importa que sea algo que sucedió hace veinte años o ayer mismo, tengo que comenzar con una emoción, una que me sea cercana y pueda entender.»

Francis Scott Fitzgerald
Cien comienzos en falso
Saturday Evening Post 205

Cuadro de Harvey Harold
Esperando la marea